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​Cáncer cutáneo

Lo más importante es el diagnóstico precoz.

En el cáncer cutáneo se encuentran células malignas que surgen de diferentes células de la piel, principalmente de los queratinocitos (carcinoma basocelular, carcinoma escamoso), de los melanocitos (melanoma) y, aunque menos frecuentemente, de otras células. Estas lesiones crecen de forma incontrolada, con mayor o menor rapidez. Algunos de estos tumores pueden incluso metastatizar.

Es recomendable consultar a un dermatólogo cuando usted se observe la aparición de una herida, una mancha o una protuberancia en la piel que no cura en unas semanas.

 El cáncer de piel es más frecuente en gente de piel clara, ojos claros, rubios o pelirrojos, en aquellos que han tomado mucho el sol a lo largo de la vida, por placer o por trabajo y en quienes han sufrido una quemadura, especialmente en la infancia-juventud. También son más frecuentes en pacientes con el sistema inmune alterado, por enfermedad o por tratamiento con inmunosupresores o quimioterapia.

El dermatólogo es el profesional más capacitado, no solo para diagnosticar y reconocer estas lesiones, incluso tempranas y además para su tratamiento y posterior seguimiento. Como conocedor del comportamiento de estos tumores, puede instaurar protocolos preventivos. Todos estos pacientes tienen mayor riesgo de desarrollar otro tumor en los años posteriores, por lo que deberán seguir un control a fin de realizar un diagnóstico precoz  y por tanto mejorar el pronóstico

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